jueves, 17 de mayo de 2018

Ray Bradbury. Crónicas Marcianas IV

"No estaría bien hacer ruido, en esa primera noche de Marte, introducir un aparato extraño, brillante y tonto como una estufa Sería una suerte de blasfemia importada. Ya habría tiempo para eso; ya habría tiempo para tirar latas de leche condensada a los nobles canales marcianos; ya habría tiempo para que las hojas del New York Times volaran arrastrándose por los solitarios y grises fondos de los mares de Marte; ya habría tiempo para dejar pieles de plátano y papeles grasientos en las estriadas, delicadas ruinas de las ciudades de este antiguo valle. Habría tiempo de sobra para eso. Y Spender se estremeció por dentro al pensarlo.
Alimentó la hoguera moviendo las manos sobre ella como en una ofrenda a un gigante muerto. Habían descendido en la inmensa tumba de una civilización desaparecida. El más simple respeto exigía que pasaran en silencio esa primera noche."

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